¿QUIÉN DIRIGE MI VIDA?
Ejercicio 5
1 1.-Haz
una lista en tu cuaderno de todos los motivos que se te ocurran por los que
algunos jóvenes empiezan a fumar o a beber.
Para
sentirse mayores.
Por
imitación.
Por
probar nuevas experiencias.
Para
sentirse aceptados en un grupo.
1
2.- Después
clasifícalos en dos columnas, según si actúan por motivos propios o ajenos.
MOTIVOS
PROPIOS. MOTIVOS
AJENOS.
Para sentirse mayores. Por
imitación.
Por probar nuevas experiencias. Para sentirse
aceptados en un grupo.
3.-Finalmente determina si estos jóvenes actúan de
forma autónoma o heterónoma.
Cuando actúan por motivos
propios: para sentirse mayores, y probar nuevas experiencias actúan de forma
autónoma.
Cuando actúan por motivos ajenos:
por imitación o para sentirse aceptados en un grupo, actúan de forma
heterónoma.
Ejercicio
6. Fíjate en este ejemplo donde no
se trata a la persona como merece (como un fin en sí mismo), sino como un mero
instrumento o cosa:
Un amigo solamente te llama para
pedirte favores, pero nunca está dispuesto a hacerte un favor cuando lo
necesitas.
Añade
dos ejemplos más:
- Un
compañero que no me suele hablar, solo se acerca a mí para pedirme dinero para
comprar.
-Un amigo que quiere que le ayude
con un examen o tarea, pero nunca está dispuesto a ayudarte.
EL CHAVO DEL OCHO
·
¿Tratan al Chavo como si fuera una persona "única e irrepetible",
por qué? No, la tratan de una forma genérica, porque ni su madre le
reconoce como tal cuando iba a recogerle, se llevaba a cualquier niño, y en la
guardería tampoco le trataban como una persona única sino como un niño, en
sentido genérico. “¿Cuál es? Y ella respondía. No sé uno de estos. Y entonces
le daban el niño que tenían más a mano. Y claro que no siempre le daban el
mismo niño”
·
¿Crees que el Chavo puede actuar de manera autónoma y es capaz de dictarse
sus propias normas? No, al final intenta hacer cosas para no molestar a los
demás, especialmente a la señora Martina, que le castigaba o le pegaba.
“A mí una vez me sacó sangre de la nariz y luego se enojó porque manché la
ropa con la sangre, y después me castigó dejándome un día sin comer. Desde
entonces yo puse mucho cuidado para evitar que me volviese a salir sangre de la
nariz”.
-Sofía de la Hoz Bello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario